Cuando nos comunicamos muchas veces olvidamos que no toda comunicación requiere del uso de palabras. Albert Mehrabian, uno de los más reconocidos investigadores y expertos en lenguaje corporal a nivel mundial, ha comprobado a lo largo de treinta años de estudios que en una conversación cara a cara entre dos personas, únicamente el 7% es el concepto de lo que realmente queremos transmitir.
¿Qué pasa con el 93% restante? Según Mehrabian, ese altísimo porcentaje proviene de dos tipos de lenguaje: un 38% es comunicación paralingüística: ¿qué tono de voz usamos? ¿cuál es el volumen elegido? ¿cómo es la cadencia y la intención que le ponemos a lo que decimos?
El 55% -el porcentaje más alto- es comunicación no verbal: kinesia , es decir, comunicación relativa a nuestra postura y nuestros gestos. Proxemia: la distancia que ponemos frente a los demás. Cronemia: el manejo del tiempo. Y diacrítica: qué mensaje están transmitiendo los símbolos, los uniformes, los colores y, por supuesto, nuestra vestimenta y aspecto personal. Dado que, salvo en casos especiales, la vista es nuestro sentido predominante, ese mensaje que reciben los ojos de los demás dice muchísimo de nosotros. Más de lo que creemos aún cuando no tengamos la oportunidad de hablar.
Cuando nos comunicamos muchas veces olvidamos que no toda comunicación requiere del uso de palabras. Albert Mehrabian, uno de los más reconocidos investigadores y expertos en lenguaje corporal a nivel mundial, ha comprobado a lo largo de treinta años de estudios que en una conversación cara a cara entre dos personas, únicamente el 7% es el concepto de lo que realmente queremos transmitir.
¿Qué pasa con el 93% restante? Según Mehrabian, ese altísimo porcentaje proviene de dos tipos de lenguaje: un 38% es comunicación paralingüística: ¿qué tono de voz usamos? ¿cuál es el volumen elegido? ¿cómo es la cadencia y la intención que le ponemos a lo que decimos?
El 55% -el porcentaje más alto- es comunicación no verbal: kinesia , es decir, comunicación relativa a nuestra postura y nuestros gestos. Proxemia: la distancia que ponemos frente a los demás. Cronemia: el manejo del tiempo. Y diacrítica: qué mensaje están transmitiendo los símbolos, los uniformes, los colores y, por supuesto, nuestra vestimenta y aspecto personal.
Dado que, salvo en casos especiales, la vista es nuestro sentido predominante, ese mensaje que reciben los ojos de los demás dice muchísimo de nosotros. Más de lo que creemos aún cuando no tengamos la oportunidad de hablar.
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